miércoles, 11 de mayo de 2011

6

Desde enero, he evitado caer en todos los tópicos de rupturas. El "no como, no tengo hambre" me parece ridículo, pero me pasó. Creo que en todo enero no comí más que una comida al día. Luego llegó el día en el que dices "NADIE merece que yo no coma" y de golpe te vuelve el apetito. Apetito no solo por la comida, sino por la vida.

Otro tópico, el de sentirse inferior. Sentirse raro. Sentirse el único culpable de todo. El monstruo al que todos miran mal por haberse equivocado. Estás harto de contarles a tus amigos que rompen que nadie tiene que sentirse inferior, que todos avanzamos, pero uy, cuando te toca vivirlo a tí... qué fácil parecía.

No suelo llorar mucho, pero tampoco me corto en hacerlo si me apetece o me sale. Ese mismo y fatídico enero me encontré en el metro con una chica, amiga de una amiga, que siempre me había parecido un ejemplo de fortaleza e independencia. La pobre se tragó en 2 paradas de metro mi drama. Y en vez de decirme "todo estará bien" como me diría cualquier persona que me conoce lo justo, me dijo "si quieres llorar, llora. Es tu derecho". Y no sé como lo hizo, pero desde ese día dejé de llorar. Bueno, de forma habitual, claro.

La última lágrima que he echado ha sido hace unas horas, cuando he recibido un correo de un compañero de la facultad, de aquellos con los que no te ves pero que el buen rollo, sincero y honesto, se mantiene a través del tiempo y el espacio. Siempre he pensado que soy una persona alegre, vitalista, y que estos últimos meses esa parte de mí ha quedado oscurecida, pero que los demás te digan que eres la chispa del grupo, que no te imaginan sin tu sonrisa característica, toca muy hondo. Sobretodo porque unos pocos días antes otra amiga de la facultad, precisamente la ex de este amigo, me decía exactamente lo mismo.

Odio, odio con todas mis fuerzas obsesionarse con el futuro y con estar bien y con ser feliz. No voy a decir "todo estará bien" de la misma forma que tampoco diré "la vida es una mierda". Las palabras se las lleva el viento, los hechos no. Lo voy a hacer lo mejor que pueda, pero lo voy a hacer. No lo voy a decir. Por escribir 20 veces "ahora soy verdaderamente feliz" no lo seré. Lo seré siéndolo. Paradójico y quizá sin mucho sentido para muchos, pero sí para mí.


Do not stand at my
grave and weep
I am not there I do not sleep
I am a thousand winds
that blow
I am the diamond glints
on snow
I am the sun on ripened grain
I am the gentle autumn rain
When you awaken in the
morning's hush
I am the swift uplifting rush
Of quiet birds in circled flight
I am the soft stars that
shine at night
Do not stand at my grave
and cry
I am not there; I did not die

No hay comentarios:

Publicar un comentario