jueves, 26 de mayo de 2011

19

El otro día terminaba de ver la penúltima temporada de House. Hace un año, nos emocionábamos al ver que por fin Cuddy y House se convertían en pareja, y lo que dijeron los escritores desde el primer día era que mantendrían la pareja durante bastante tiempo. Y lo hicieron. Los problemas llegaron durante toda la temporada, pero ellos los solucionaban. Y de pronto, en un capítulo, sin venir a cuento de nada, Lisa le dice a Greg que ya está, que le sigue queriendo pero le es imposible estar con él.

Y ahí es donde ves lo mucho que House la quería. Al principio hace sus locuras, se casa con una prostituta, trata a todo el mundo como siempre, vuelve a la Vicodina... pero el último capítulo es la hecatombe.

Tras fingir que todo está bien y que no la necesita para nada, ella le pide que le sea honesto, y consigue que por segunda vez en las 7 temporadas, House diga lo que siente, y le dice que se siente herido. Ella le dice que aún queda un cepillo del pelo en su casa, que se lo lleve cuando pueda.

Y vaya si se lo lleva. Cuando llega, descubre a una Cuddy feliz, con su nuevo medio-novio, cenando tranquilamente con su hermana. Se sube en el coche, se aleja... y da media vuelta. Acelera, acelera y sigue acelerando hasta arrollar la pared de la casa de Cuddy. Sale del coche, le da su cepillo, y se marcha andando.

El final de Lisa Edelstein en la serie es muy duro, pero así es la serie. Y así es la vida, desde luego.

Para rematar la faena, en el penúltimo capítulo de Bones asesinan a mi personaje favorito, un personaje que solo tenía el placer de aparecer unas 4 veces por temporada, así que tras ese momento Juliet me planteo si voy a seguirla viendo.

Por otro lado, Will & Grace me está machacando por todos lados. Grace tiene que lidiar con sus no-sentimientos hacia Leo, que le puso los cuernos y se lo reconoció, y él le pide perdón y le dice que siempre estará para ella.

En fin, ni cuando pongo las series me siento ya a salvo!

No hay comentarios:

Publicar un comentario